sábado, 9 de mayo de 2009

El viaje de la vida

EL VIAJE DE LA VIDA

Un maestro Zen para responder a la pregunta de sus discípulos sobre la vida utilizó el siguiente ejemplo: Sacó de debajo del escritorio un frasco grande de boca ancha. Lo colocó sobre la mesa, junto a una bandeja con piedras del tamaño de un puño y preguntó:
- ¿Cuantas piedras piensan que caben en el frasco?

Después de que los asistentes hicieran sus conjeturas, empezó a meter piedras hasta que llenó el frasco.
Luego preguntó:
- ¿Está lleno?

Todo el mundo lo miró y asintió. Entonces sacó de debajo de la mesa un cubo con gravilla. Metió parte de la gravilla en el frasco y lo agitó. Las piedrecillas penetraron por los espacios que dejaban las piedras grandes.
El experto sonrió con ironía y repitió:
- ¿Está lleno?

Esta vez los oyentes dudaron:
- Tal vez no.
- ¡Bien!

Y puso en la mesa un cubo con arena que comenzó a volcar en el frasco. La arena se filtraba en los pequeños recovecos que dejaban las piedras y la grava.
- ¿Está bien lleno? preguntó de nuevo.
- ¡No!, exclamaron los asistentes.

Bien, dijo, y cogió una jarra de agua de un litro que comenzó a verter en el frasco. El frasco aún no rebosaba. - Bueno, ¿qué hemos demostrado?, preguntó.
Un alumno respondió:

- Que no importa lo llena que esté tu agenda, si lo intentas, siempre puedes hacer que quepan más cosas.

- ¡No!, concluyó el experto: lo que esta lección nos enseña es que si no colocas las piedras grandes primero, nunca podrás colocarlas después. ¿Cuáles son las piedras grandes en tu vida?. ¿Tus hijos, tus amigos, tus sueños, tu salud, la persona amada? ¿o son tu trabajo, tus reuniones, tus viajes de negocio, el poder o el dinero? La elección es tuya. Una vez te hayas decidido..., pon esas piedras primero. El resto encontrará su lugar.

Sirva este ejemplo para explicar cómo la Astrología fue para mi vida esa jarra de agua que hizo que yo encontrara mi lugar en el Universo, hasta tal punto de que la he convertido, en este ciclo de mi vida, en mi pasión. Le agradezco a ella el poder entender el por qué me encuentro en este retorno y a la interpretación de mi Carta Natal, el encuentro con las rutas apropiadas para emprender con sabiduría, “el viaje de mi vida”.

El conocimiento personal es un viaje interminable, bien lo expresaba Antonio Machado con su célebre verso: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”.

La verdad es que en la medida en que el ser humano reflexiona sobre sus actos, sobre su vivir, es cuando descubre que existen diversos senderos. Muchas veces por reglas que tenemos en nuestra mente, creemos que las cosas nos deben llegar así de la nada, o por el esfuerzo de otros; lo peor, es que ni siquiera nos hemos tomado el tiempo para discernir sobre nuestras querencias. Y si lo esperado es por medio de otros, tampoco se ha diseñado el espacio para comunicárselos.

Es necesario tomar conciencia de cuáles son las responsabilidades que debemos asumir en la vida para nuestro propio crecimiento o simplemente, conformarnos con seguir anclados a los conceptos y acondicionamientos sociales.

La Astrología nos presenta el circuito de la vida, nos ayuda a construir el camino, nos impulsa a ingresar en la etapa del autoconocimiento y de la autoformación, siendo entonces capaces de formular proyectos de vida con la base de nuestros verdaderos sueños, y de paso, dándole posibilidad al amor que hay en nuestro ser interior, que tome su cauce y crezca sin condiciones. No hay duda: la misma vida nos va presentando las pistas.

A propósito de esto, me gustaría contarles cómo llegué a incursionar en el mundo de la Astrología.

Pues bien, yo tenía conocimiento de Numerología y había escuchado en la radio algo sobre el Tarot en programa a cargo de Hilda Strauss, quien a través de sus Libros “Evolución como único camino” mostraba cómo había tocado las puertas del conocimiento.

Mónica mi segunda hija, médica ginecóloga, hizo con Santiago Rojas P. , un curso de esencias florales, y allí en la cartelera encontró el anuncio sobre la forma de acceder al conocimiento del Tarot, que dictaría Pedro Rojas, y "así de simple", me inscribió.

Ya en el tercer nivel, Pedro pidió incursionáramos en el tema de las doce casas; ésta fue mi primera visión de la Astrología, el tema me atrapó: de ahí en adelante, desde el año 1993, soy una estudiosa apasionada de la Astrología.

Con mi carta, es posible verificar el recorrido y mi inmersión en esta disciplina y de paso, agradecer a los personajes que me ayudaron a convertirme en una profesional de la Astrología. Encontramos que: Radio, se identifica con la casa III: Comunicación. Mi hija querida: Casa V: Hijos. Su regente Marte el Guerrero, hace contacto con Neptuno en casa X: Misión social. Propósito existencial de la conciencia.

No sólo Mónica dio impulsos, también mi hijo mayor, Ricardo, brindó sus aportes en la parte tecnológica y sistemas, y mi hijita menor “Milagro de la vida”, a quien recurro para que dé su visto bueno, en los temas que presento como didacta.

No puedo dejar de lado el apoyo de mi esposo, porque gracias a su experiencia profesional, es un guía en la disertación de las diferentes áreas y/o temas que debo abordar.

Indudablemente, agradecimientos a mis profesores, quienes me han brindado los conocimientos y mostrado las estrategias de sus aprendizajes; a mis pupilos, que creyeron en su Maestra y finalmente a Jairo, con quien emprendimos el viaje de esta maravillosa etapa del camino.

El conocimiento de esta disciplina, me llevo a encontrar en la rama de Astro-medicina, la identificación plena de molestias en el buen funcionamiento de mi organismo, una vez convencida por los resultados obtenidos, mi cuerpo comenzó a funcionar de maravilla.

Cada vez que estudiaba y avanzaba en el análisis de mi carta entendía con mucha mayor nitidez que la astrología no le hablaba a mi ego, ni tampoco a mi voluntad o intereses, sino que le hablaba a mi alma y a los propósitos que ella tenía para conmigo.

Por todo esto, hoy, les traigo una propuesta, una sugerencia o mejor, una invitación: viajar a través de la existencia; en ella está la aventura de vivir. Al igual que la experiencia de un viaje, que incluye comienzos, despedidas, enamoramientos, ocupación de un determinado lugar, disfrute y compartir, grabar aprendizajes, etc., aprendamos a vivir los hechos de nuestra vida, que por ley cósmica debemos vivir, reconociendo y experimentando su significado para descubrir su sentido…y el nuestro.

Cecilia Pinzón Parra


1 comentario:

Aurora Cruz dijo...

Excelente manera de expresar su filosofia de vida y de la manifestación de la magia que hay en cada etapa de su vida.
Ud es un gran ejemplo a seguir, agradezco yo a Dios que la puso en mi camino y a ud por su paciencia con tanta pregunta que le hago, porque de verdad la admiro mucho!!!
Namasté.